Saberes de la Salud Ocupacional

Salud Ocupacional es una actividad multidisciplinaria que procura generar y promover el trabajo seguro y sano, así como buenos ambientes y organizaciones de trabajo, eliminando o minimizando los riesgos presentes, ubicando a los trabajadores de manera adecuada a sus aptitudes fisiológicas y psicológicas, adaptando el trabajo al hombre, respaldando el perfeccionamiento y el mantenimiento de su capacidad de trabajo; promover el más alto grado de bienestar físico mental y social de los trabajadores de todas las profesiones.

A la vez que busca habilitar a los trabajadores para que lleven vidas social y económicamente productivas y contribuyan efectivamente al desarrollo sostenible, la salud ocupacional permite su enriquecimiento humano y profesional en el trabajo.

Salud y Seguridad en el trabajo abarcan la prevención de los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales, así como la protección y fomento de la salud de los trabajadores. Su objetivo es mejorar las condiciones y medio ambiente de trabajo. Los términos “seguridad en el trabajo, salud en el trabajo, higiene del trabajo y medicina del trabajo” reflejan la contribución de distintas disciplinas (por ejemplo, ingenieros, médicos, higienistas, ergónomos, psicólogos, personal de enfermería).
 

Simples definiciones de amplios contenidos cuando las contextualizamos en el diálogo de los saberes, donde construimos afianzados en un marco pedagógico que nos permite conocer el sentir de otros y otras que son diferentes, que poseen un saber, miradas y prácticas distintos. Se trata de un instrumento educativo con punto de encuentro entre el rigor científico y el conocimiento popular. Que parte de reconocer que existe la pluralidad de pensamiento y que los mismos confluyen en el consenso.
 

El diálogo de saberes fomenta la solidaridad, la generosidad de intercambiar ideas en un proceso en el que se saldrá siempre ganancioso, su estrategia es Ganar - Ganar, por tanto entrar en el campo de dialogar en saberes diversos, es entrar a un juego donde todos ganan, pero donde es preciso reconocer también las limitaciones propias y de los demás.
 

Vamos entonces a incorporarnos al Saber como una gran oportunidad de aprendizaje, donde no existe la propiedad privada del conocimiento, porque todo el conocimiento proviene de la experiencia documentada del ser humano, del ensayo y error, del diálogo, de la confrontación de ideas y muchas otras vías, que por muy diferentes que parezcan siempre nos engrandecen.
 

Si no perdemos nada, entonces dialoguemos con nuestros saberes en el eterno compartir de los sabios.